Resiliencia

Hoy escribo de la resiliencia mientras que la saboreo. Acabo de experimentarla, de encontrarla, de abrazarla. 

Me desperté fuera de mi, con un estado de hiper-arousal, irritada, todo me molestaba. Ok, “algo anda mal” me susurré, mis pensamientos destructivos iban en escalada. Estaba a punto de reaccionar ante el estresor de ese estado cuando suspendí la respuesta.

No me creí todo eso que estaba pensando, me había creado razones muy lógicas para atacar como un animal salvaje. Pero no, me retiré.  Hice ejercicios de descarga cardiovasculares y luego una relajación y enraizamiento. 

Estoy hecha una sedita ahora escribiendo, si hubiera querido escribir hace 30 minutos atrás hubiera sido literalmente imposible.

Tardé 30 minutos en recuperarme. Eso es la resiliencia y acá estoy saboreandola, reconociéndola y aprovisionando de más de ella para luego. 

La resiliencia es una capacidad que todos poseemos innata para regresar a nuestro estado de regulación, es decir, nuestra habilidad  de volver a regularnos luego de sentirnos estresados y desbordados emocionalmente. Es nuestra recuperación.

Nuestra forma de recuperarnos es una habilidad, es un músculo que hay que entrenar. 

Algunos tenemos esta capacidad desarrollada, otros no alcanzaron a desarrollarla tal vez porque nunca la conocieron. 

Existe mucha confusión hoy día respecto a lo que es la resiliencia. 

Ser resiliente no es decirte a vos mismo “ya va a pasar”, no es creer en los ángeles, ni pedir a los Dioses del Olimpo, es tener la habilidad de gestionar activamente tus estados.

"La resiliencia es un proceso activo, una habilidad que todos tenemos incorporada y que podemos practicar y aprender, no una palabra de moda". Elizabeth A. Stanley. 

Cuando no trabajamos nuestra resiliencia, somos más proclives a ser esclavos de nuestras sensaciones, emociones, y pensamientos. Nos convertimos en animales reactivos. 

Sin resiliencia nuestras metas a largo plazo se tornan imposibles, no podemos crear, no podemos ver un propósito mayor que lo necesario para sentirnos mejor en el momento presente. Tampoco tenemos concentración, no tenemos energía para accionar y nos sentimos poco productivos. 

Es decir, optamos por comer comida chatarra, pasamos horas mirando netflix, abusamos de alcohol y otras drogas. 

¿Por qué es importante trabajar y practicar nuestra resiliencia?

En estos tiempos de confinamiento estamos más reactivos y desconfiados en nuestros entornos.  Tenemos una sensación de peligro y eso hace que debamos buscar activamente todo el tiempo estar regulados. 

Una metáfora que ilustra muy bien la importancia de la resiliencia es la ventana de tolerancia del Dr. Siegel.

Ventana de tolerancia

Ventana de tolerancia es un término acuñado por el Dr. Daniel Siegel para describir la ventana óptima con la cual podemos responder a un estímulo sin volvernos reactivos a él y poder volver naturalmente a sentirnos en equilibrio y en dominio de nuestros recursos. 

Daniel Siegel afirma que “Cada uno de nosotros tenemos una ventana de tolerancia, en donde varias intensidades emocionales son procesadas sin alterar la función del sistema.” 

Nuestro pensamiento y comportamiento puede verse afectado si nos movemos fuera de ella. Bajo cualquier estímulo que nos traslade fuera de la zona de estado óptimo de respuesta, las funciones ejecutivas más elevadas de nuestro cerebro se cierran y nuestro pensamiento racional se torna imposible.

Es decir, cuando alguien está en estado de supervivencia no siente tener recursos, y por consiguiente, no puede acceder a su neocórtex, parte de su cerebro encargada de las funciones ejecutivas como la atención, concentración, razonamiento y por otro lado, esencial para regular las emociones.